Identidades en trans-ito: reflexiones sobre la identidad en mujeres indígenas transgénero
- Grupo identidades
- 14 ago 2020
- 8 Min. de lectura
Actualizado: 15 ago 2020
Por: Juan Avila G.

Fotografía tomada del documental
En el presente escrito reflexiono acerca de las percepciones de dos jóvenes universitarios sobre las mujeres transgénero de la comunidad indígena Embera, en Colombia. Para esto, me apoyé en el documental de la BBC News Mundo, titulado santuario, el inesperado refugio de indígenas trans en Colombia. Las personas entrevistadas son una mujer joven estudiante de medicina veterinaria y zootecnia, y un hombre joven estudiante de sociología. Las preguntas realizadas fueron: ¿qué piensa sobre las mujeres indígenas transgénero?, ¿qué le transmite este documental? y, por último, ¿qué dificultad enfrentan estás mujeres indígenas transgénero en la afirmación de su identidad? Como soporte bibliográfico utilicé el texto de Leticia Sabsay, titulado Representaciones sociales de la diferencia sexual: configuraciones contemporáneas, del cual tomé una idea principal para mi escrito: que las identidades transgénero son producto de una posición discursiva no clausurada y antiesencialista.
En cuanto a la estructura del texto, inicio con una resumida contextualización del documental; después, propongo un acercamiento a dos planteamientos de la lectura de Leticia Sabsay que me parecen importantes en la comprensión de las identidades transgénero; seguido, expongo las entrevistas realizadas a cada una de las personas; y, por último, a manera de conclusión, realizo una breve reflexión sobre las respuestas dadas.
Contextualización en torno al documental
El audiovisual producido por la BBC New Mundo que lleva por titulado santuario, el inesperado refugio de indígenas trans en Colombia, nos acerca a las vivencias de varias mujeres transgénero de la comunidad indígena Embera, que se han visto obligadas a abandonar sus comunidades originarias en la necesidad de encontrar un sitio donde poder re-afirmar su identidad de género. Inesperadamente, el lugar en el que se establecieron fue El Santuario, un municipio del departamento de Risaralda, dedicado a la caficultora y caracterizado por albergar una población con una cultura arraigada en los valores y principios conservadores. Por antelación, esta posición cultural supondría una barrera igual de alta a la puesta por su comunidad originaria en la aceptación y afirmación de su identidad transgénero; sin embargo, en El Santuario, la identidad de estas mujeres parece ser reconocida, aunque el trasfondo de este reconocimiento está en la accesibilidad a una mano de obra económica para el trabajo en los cafetales. Por lo tanto, las mujeres indígenas transgénero –que son parte del audiovisual- en su proceso de construcción identitaria son atravesadas por múltiples posiciones y sistemas de dominación: el género, la raza y la clase social.
Sobre el texto de Leticia Sabsay
Es importante reconocer que los desplazamientos teóricos de la categoría analítica de género dentro de los estudios feministas, han permitido abrir el espectro analítico para la comprensión de otras identidades sexuales no hegemónicas –minorías sexuales-, estableciendo así los estudio Queer. Este desplazamiento, siguiendo a Sabsay (2005), se puede dilucidar en tres amplios momentos:
1. El primero, refiere a la distinción entre sexo y género: entendiendo al sexo como una categoría que da cuenta de las características anatómicas y biológicas, y a el género como un constructo sociocultural. Esta demarcación entre sexo y género es fundamental para evidenciar las estructuras de dominación y las relaciones de desigualdad entre hombres y mujeres.
2. El segundo, refiere a la puesta en cuestión de la homogeneidad del género en la constitución unitaria de la subjetividad, quiere decir que se problematiza la supuesta universalidad y unicidad en la categoría de mujer, para empezar a nombrar y analizar las diferencias entre las mujeres. Este giro permite que la categoría analítica de género entre en dialogo con otros sistemas de dominación como la raza, la clase, la etnia, la heterosexualidad, etc.
3. El tercero, son los aportes realizados por el posestructuralismo a la desencialización del sujeto mujer, señalando que la identidad de género es una construcción discursiva que se encarna en los sujetos, y que estos, a su vez, son descentrados y mediados por múltiples dispositivos.
Las identidades transgénero, a mi juicio, podrían comprenderse a través de los aportes del posestructuralismo en cuanto a la desencialización y descentralización de los sujetos. En relación a lo primero, las identidades transgénero ponen en cuestión al discurso esencialista/biologicista que acude a las diferencias anatómicas y biológicas de los cuerpos para clasificar a hombres y mujeres, de tal manera que “lo normal” son las identidades cisgénero, aquellas donde hay una semejanza entre el sexo biológico y la identidad de género establecida, mientras que todas aquellas que no cumplan con dicha semejanza son tratadas como algo “anormal”; así mismo, basándose en el discurso biologista, se normaliza la heterosexualidad bajo el sofisma de la procreación, dejando en lo “anormal” otras orientaciones sexuales: homosexual, bisexual, pansexual. En ese mismo sentido, las identidades transgénero, que se recogen dentro del conjunto de identidades sexual minoritarias LGTBIQ, cuestiona los procesos de categorización y clausura en tanto que, a diferencia de las identidades cis-heteronormativas, estas no se pueden clasificar con base a un solo criterio de género, dada la complejidad en la multiplicidad de posiciones, por ejemplo, en la orientación sexual que no se cataloga dentro de lo heterosexual y homosexual, o en las identidades de género binarias. Siguiendo a Sabsay (2005):
La definición de identidades sexuales en el contexto contemporáneo expresa claramente la imposibilidad de cierre ya que, a diferencia de otras categorías quizás ya más organizadas e institucionalizadas dentro de los sistemas de jerarquías, esta se encuentra sujeta a la inestabilidad de las luchas por la categorización –en muchos casos todavía no definida. Más allá de la categoría de género, […], el intento de identificar categorías para la demarcación de un diagrama indentitario respecto de la sexualidad ofrecen, desde el inicio, algunas ambigüedades. (p. 162)
Entrevistas
Como he dicho anteriormente, las personas entrevistas son dos jóvenes universitarios, que por cuestión de privacidad me abstengo de dar sus nombres. La entrevista se formuló con el objetivo de conocer las opiniones de cada uno luego de ver el documental y como, desde sus identidades cis-heteronormativas, percibían estas otras identidades trangénero en la población indígena Embera.
Pregunta número uno: ¿qué piensa sobre las mujeres indígenas transgénero?
· Mujer joven universitaria: “Pienso que las mujeres indígenas transgénero son mujeres muy fuertes y valientes. Porque a pesar del miedo que podrían tener de dejar su comunidad lo hicieron para expresar libremente lo que sienten como seres humanos. En mi caso persona no tenía conocimiento de su existencia”.
· Hombre joven universitario: “Yo sí conocía a las mujeres –trasgénero- indígenas, creo que ellas hacen parte de una comunidad particularmente excluida, ya que las tradicionalidades culturales de las comunidades indígenas las excluyen porque se asume que los hombres que nacen hombre biológicamente son hombres siempre y las mujeres que nacen biológicamente son mujeres. Son excluidas, son una comunidad valiente en términos de que vienen a chocar con esta cultura y vienen a chocar con estas prácticas que al fin y al cabo las excluyen”.
Pregunta número dos: ¿qué le transmite este documental?
· Mujer joven universitaria: “Lo que me trasmitió este documental son diferentes sentimientos: por un lado, esa alegría de que en las comunidades indígenas sus habitantes estén notando que no está mal como se sienten y que tienen que ser respetadas como cualquier otra persona, a pesar de ir en contra de esas autoridades indígenas. También me alegra ver que hay grupos que buscan apoyo para ellas, para que no estén solas y las ayuden con lo que ellas quieren encontrar en la sociedad. Por otro lado, me genera sentimiento de tristeza y enojo con los habitantes del santuario que aparentan respeto por ella, pero en el trasfondo de esto es obtener mano de obra que no es paga al precio justo”.
· Hombre joven universitario: “El documental me permite reconocerlas, reconocer un territorio que realmente -el departamento de Risaralda- es aislado por su ubicación geográfica. También me permite reconocer que, aunque han llegado allá no se han quedado de brazos cruzados, sino por el contrario han establecido un proceso de lucha por el reconocimiento de sí mismas, por el reconocimiento en términos legales ya que les facilita posibilidades económicas, educativas, etc. Pero también reconocimiento en términos sociales, ya que piden respeto, que se le reconozca como mujer. Pero también piden que sus mismas comunidades indígenas las reconozca aun estando ausentes de estas mismas comunidades. El documental es interesante para reconocer otras formas de reconocimiento distinto a la de hombre y mujer”.
Pregunta número tres: ¿qué dificultad enfrentan estás mujeres indígenas transgénero en la afirmación de su identidad?
· Mujer joven universitaria: “Los problemas que yo veo que tienen para la afirmación de su identidad: primero es el problema de toda la población en general como cualquier otra persona transgénero, pero en este caso particular también está su propia comunidad indígena que no solo la rechaza sino también hay castigo por esto, y que a veces son castigos muy fuertes. Segundo, el problema de ese aparente respeto de los demás hacia ellas, que esta disfrazado de apoyo, pero en realidad buscan beneficios propios. Y tercer, lo difícil que es para ellas conseguir su cedula de ciudadanía, porque no puede volver a sus comunidades porque saben que les puede pasar algo allá y no pueden ir por sus documentos y las faltas de ayudas para esto”.
· Hombre joven universitario: “Las dificultades que enfrentan estas mujeres trans a la hora de su proceso de identidad, se establece en los términos de que chocan con una sociedad muy tradicional que las excluye, las relega a un lugar que por ser ellas mismas no tiene permitido, por no ser lo que biológicamente está concebido, y por eso se les excluye, no hay otra razón que se pueda sustentar. La realidad es que chocan con una sociedad que no se han renovado, una sociedad que todavía se quedan en el pasado con prácticas de línea religiosa, particularmente muy conservadoras”.
Según estas respuestas, puedo analizar lo siguiente:
1. Las dos personas entrevistas manifiestan estar de acuerdo con el derecho de estas mujeres a decidir su identidad de género por encima de los mandatos tradicionales de su comunidad indígena. Así mismo, son consciente de la estigmatización, discriminación y exclusión social que afecta de manera individual y colectiva a estas mujeres.
2. Reconocen el papel que cumplen los medios de comunicación en la generación de contenidos que visibilizan vivencias como la de estas mujeres indígenas transgénero, principalmente porque son ellas mismas la que dan su testimonio.
3. Evidencian que el reconocimiento que han tenido estas mujeres en Santuario se debe principalmente a su condición de trabajadoras rurales, más que a su identidad de género. Su identidad como mujeres indígenas trangénero las pone en una doble situación de desventaja frente a la comunidad de Santuario, dicha desventaja les permite a los patrones de las fincas cafetera acceder a una mano de obra económica, lo que a su vez permite mantener a lo largo del tiempo esta relación de explotación.
A manera de conclusión, es importante reconocer la multiplicidad de posiciones y de relaciones de poder que se establecen en el proceso de construcción identitaria en estas mujeres. En ese sentido, la raza/etnia, por ser indígenas Embera; la clase, por ser trabajadoras rurales; y la identidad de género, por ser mujeres transgénero, condicionan una forma particular de enunciación como minoría étnico-racial y sexual, y las posiciona dentro de múltiples sistemas de dominación. Esto a su vez incide en la aceptación de su identidad en una cultura con un sistema de valores conservadores como la de Santuario; allí el reconocimiento de su identidad de género es contingente a su condición de trabajadoras rurales. Que estas mujeres indígenas decidieran asentarse en El Santuario no debe al reconocimiento institucional en cuanto a política de género, sino a la posibilidad de acceder a un trabajo como sustento de vida.
En ese sentido, opino que el espacio geográfico y cultural donde se lleva a cabo el proceso identitario inscrito en la diversidad sexual y de género, establece formas particulares de enunciación y posicionamiento en la persona y las colectividades. Las comunidades rurales tienden a ser más incomprensibles frente a estas otras identidades; a diferencia de las ciudades donde se han adelantado procesos organizativos y acciones colectivas lideradas por las comunidades LGTBIQ que les ha permitido incidir en las instituciones políticas para el reconocimiento de sus derechos como minorías sexuales y el posicionamiento de sus identidades. No obstante, esto sigue significando un reto para las comunidades citadinas, y un gran desafió para las minorías sexuales en contextos rurales.
Referencias:
Sabsay, L. (2005). Representaciones culturales de la diferencia sexual: figuraciones contemporáneas. En Arfuch, L., et.al. (Comps.). Identidades, sujetos y subjetividades, (pp. 155-170). Buenos Aires: Prometeo Libros.
BBC New Mundo. (2019, octubre 17). Santuario, el inesperado refugio de indígenas trans en Colombia (archivo de video). Recuperado de https://www.youtube.com/watch?v=ZxEkMGziyDU&t=7s




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