La identidad y la transexualidad: diálogos desde Colombia
- JOSE ALEJANDRO MARQUEZ RODRIGUEZ
- 13 ago 2020
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 16 ago 2020
Por: Jose Alejandro Marquez Rodriguez

Fuente: LatinAmerica
El presente texto es una reflexión sobre como conciben la identidad las comunidades trans, esto apoyado en la entrevista hecha por el pacifista (2019) que tiene como nombre “el sistema de salud colombiano sigue tratando a las personas trans como enfermos mentales”(2019), así mismo, se tomaron elementos para el análisis de la película tangerine (2015), lo que permite expandir el panorama teórico y práctico para demostrar que los sujetos están seriamente ligados con la estructura a la hora de construir sus identidades.
Para la psiquiatría la transexualidad, así como la homosexualidad, ha sido un punto de discusión médico desde los inicios del siglo pasado, e inclusive antes. Muchas han sido las actualizaciones hechas tanto por la clasificación internacional de enfermedades (CIE) como por el manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM por sus siglas en inglés) hasta el punto de que finalmente en el 2018 la CIE decidió sacar a la transexualidad de la categoría de trastornos para denominarla como una “incongruencia de género”.
Sin embargo, parece que las definiciones médicas no bastan para facilitar la cotidianidad a quiénes se establecen en la categoría de “identidad de género diversa” pues aún con sus veredictos que evolucionan de manera considerable, las discriminaciones y dificultades para acceder al sistema en todo su esplendor persisten de manera visible e invisibiliza considerablemente los procesos identitarios que estos, estas, o quiénes su identificación es momentánea, pretendan asumir a lo largo de su vida. Para Stuart Hall(1996) la “agencia” es el espacio de enunciación en que un determinado sujeto se ubica, enunciación que según la entrevista hecha por el pacifista (2019) “el sistema de salud colombiano sigue tratando a las personas trans como enfermos mentales” el sistema de salud niega a las personas trans y las aísla de manera tal que sus derechos básicos (principalmente el de salud) se ven violentados sin más palabra, negando de esta forma la violación a la constitución política, pero también el derecho que cada habitante de un país tiene para identificarse de cualquier forma. Es por esta exclusión que tal como lo representa la película tangerine (2015) el futuro de las personas trans se ve directamente relacionado con la prostitución, algo que también dejaría en evidencia Andrea (entrevistada por pacifista) y quién es integrante de la red comunitaria trans que tiene incidencia en el barrio Santafé de Bogotá y se integra principalmente por personas trans que ejercen el trabajo sexual.
De este modo, la exclusión no es más que el distanciamiento que determinadas sociedades le dan a los sujetos, fenómeno que se manifiesta no solo en la incapacidad de estos para adquirir bienes y servicios básicos, sino también porque se ven forzados por una determinada sociedad a tomar espacios distintos a los comunes donde se invisibilizan sus procesos identitarios. Sin embargo, las sociedades no son estáticas, al contrario, estas son cambiantes y se asumen cada vez desde horizontes distintos, por estas razones es que los sujetos excluidos no serán excluidos para siempre, en algún momento serán integrados a la vida común. Por lo anterior, los procesos de acercamiento entre la estructura y los sujetos se vuelven necesarias, de esta manera se recurre a lo que Stuart hall (1996) denomina como “sutura” que en sus palabras es la conexión que se da sobre la base de las rupturas, es decir, es el proceso que se da entre estructura y sujetos que sirve para dar solución a las diferencias entre ambos extremos, llevando no a combinarse sino a que esta primera acepte al sujeto dentro de si misma. De esta forma, las demandas de cambio estructurales se muestran como necesarias, pues no se trata solo de la aceptación de la diferencia sino que la estructura se renueve con los cambios mismos, lo anterior sería posible si un proceso de “borradura” se presentara, pues para Stuart Hall (1996) la borradura se manifiesta en nuevas formas educativas y prácticas, y no se asume el cambio por el cambio, sino más bien se asume en como ese cambio influye socialmente y transforma a los sujetos.
Los procesos identitarios en comunidades trans se presentan como acciones visiblemente difíciles, pues estos se desarrollan al interior de estructuras excluyentes y reacias a aceptar aquello que se sale de lo “normal”, la acciones políticas de las personas trans en Colombia no solo son algo entendible, sino también se presentan como acciones necesarias, pues estas obligan a la estructura a concebirse de una manera distinta, y también les permite a ellos y ellas mismas concebirse de manera que se sientan libres.




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